martes, 16 de octubre de 2018

El pequeño tren de la Mina Grott


La historia de este pequeño tren va ligada al  pueblo de Sant Vicenç de Sarrià, que fue el último pueblo en anexionarse a Barcelona en 1921. En 1850, con 4000 habitantes,  se decidió construir un pantano en la Sierra de Collserola  para poder recoger y acumular las aguas de los torrentes. Alrededor del año 1855 se pusieron  en marcha las obras que dirigió el arquitecto modernista  Elies Rogent (1821-1897). Fue catedrático y director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, además del pantano de Vallvidrera fue autor de obras como la sede central de la Universitat de Barcelona, del Seminario Conciliar de Barcelona y  de  60 edificios construidos en el barrio de Salamanca de Madrid. La presa de este pantano está considerada como una de las joyas de ingeniería hidráulica del siglo XIX. Está hecha con un gran muro de masonería, un hecho insólito para la época, tiene forma de arco y unas dimensiones en la coronación de 50 metros de largo, 3 metros de ancho y 15 metros de altura.



Curiosa forma de la presa del pantano de Vallvidrera hecha con un gran muro de masonería. Foto del autor.

El pantano podía llegar a almacenar 18.000 metros cúbicos de agua. Las obras duraron 10 años y terminaron  en 1865 pero la fiesta de inauguración no se celebró hasta cuatro años más tarde: el 15 de julio de 1869.



El pantano de Vallvidrera hoy en día. Foto del autor.

La casa del vigilante fue un edificio destinado a vivienda, taller y almacén de herramientas.




Estado actual de la casa del vigilante, al lado se ha instalado una zona de mesas para picnic. Foto del autor.

Para poder suministrar el agua a la villa de Sarrià se excavó un túnel o mina en el subsuelo de Collserola  de unos 1200 metros de longitud y con un ancho que varía entre 1 y dos metros según el tramo. De esta construcción se encargó el maestro de obras Antoni Campañá, director de la empresa “Campañá y Compañía”.
La entrada superior está situada a pocos metros de la presa del pantano, en el torrente del LLevallol, y la entrada inferior muy cerca de la estación actual del funicular de Vallvidrera. Este túnel fue conocido por la gente como Mina Grott.
El 25 de mayo de 1907 el joven Heribert Alemany Escardó, solicitó al ayuntamiento de Sarrià un permiso para crear un parque de ocio y deporte, con el nombre  de “Lake Waley Park”, justo delante del pantano de Vallvidrera. El proyecto constaba de tres partes: Una zona de paseo por el bosque con la instalación de bancos para sentarse y circulación de carros tirados por caballos; la adaptación de la mina Grott  para hacer pasar una vagoneta de ferrocarril instalando luces de colores y láminas cinematográficas y una tercera zona con una pista deportiva.
El proyecto se autorizó de manera provisional pagando el promotor 350 pesetas en concepto de licencia industrial.

Carles Emili  Montañés, que fue ingeniero en jefe de la compañía de tranvías de Barcelona tiró adelante el proyecto de colocar una vía a lo largo de los 1290 metros que tenía la mina, el agua  siguió pasando canalizada por un tubo situado debajo de la instalación de la vía de un ancho de 600 mm. Colocó 80 bombillas de colores a lo largo del recorrido para que la gente no tuviera sensación de agobio ni de claustrofobia dentro del estrecho túnel.



Entrada al recinto de la estación inferior del trenecito de la Mina Grott.

El pequeño tren, de un solo coche con 11’5 metros de largo, 1’3 metros de altura podía transportar un máximo de 36 pasajeros distribuidos en compartimentos de cuatro cerrados con una puerta corredera. El vehículo funcionaba con un pequeño motor eléctrico a 220v i 5 cv de potencia. Se alimentaba a través de un tercer carril electrificado. El conductor estaba en uno de los dos extremos del trenecito. Delante del coche se instalaron unos faros de acetileno que  llamaban mucho la atención a la gente.




Tren de la Mina Grott parado en la estación superior, a unos 50 metros del pantano de Vallvidrera. Foto archivo del autor.

El 20 de mayo de 1908 se notificó la finalización de la instalación del tren que supuso un coste total de 11.841’30 pesetas. Después de las pertinentes inspecciones técnicas y de seguridad, el 13 de junio de 1908 se celebró la inauguración. El trayecto entre estación y estación duraba unos 6 minutos. El billete tenía un coste de 25 céntimos y no varió en el tiempo que estuvo funcionando.








Billetes del trenecito de la Mina Grott. También llegó a existir un billete combinado entre Plaza Catalunya y el pantano que costaba 40 céntimos.














Este tren fue muy utilizado por la burguesía de la Ciudad de Barcelona de principios del siglo XX que llegó a convertir el pantano de Vallvidrera y su entorno en una gran zona de ocio.



Imágenes de la zona de ocio alrededor del pantano de Vallvidrera donde llegaba la gente gracias al funcionamiento del tren de la Mina Grott.

El éxito de este curioso ferrocarril fue increíble, a pesar de su reducido formato. Fue muy rentable, prueba de ello, los 32.000 billetes vendidos a los pocos meses de su inauguración.


Estación inferior del tren de la Mina Grott. Podemos observar donde iba situado el conductor del trenecito y su característica luz de acetileno.

Ese gran éxito seguramente fue la causa de que el director del funicular de Vallvidrera, el Sr.Eugene Koetliz, lo viera como una gran amenaza y decidió presentar un recurso en el ayuntamiento de Sarrià alegando que no era una instalación legal ni cumplía con los sistemas de seguridad adecuados. Aunque sí que cumplía con los requisitos de la ley vigente, el Gobierno Civil no tenía claro si era una mera atracción o un servicio de transporte de viajeros, eso hizo que Antonio Osorio, gobernador  civil de Barcelona, ordenara el cierre provisional del servicio público.
A todo esto en el Lake Waley Park no llegó a construirse ninguna atracción más, seguramente por la fuerte presión del ya existente Parque de atracciones del Tibidabo.
La explotación del tren de la Mina Grott pasó a manos de Carles Emili Montañés creando la empresa Ferrocarril Metropolitano Miniatura de Vallvidrera. El conflicto burocrático se acabó solucionando con la obligación de que el Sr. Montañés presentara un proyecto de ferrocarril  de características normalizadas que enlazara Barcelona con Les Planes. Para este gran reto contó con la ayuda y financiación del ingeniero Frederik Stark Pearson (1861-1915), que fundó la “Barcelona Traction Light and Power” conocida popularmente como la Canadiense. A cambio, con una Real Orden del 9 de agosto de 1909, el tren de la Mina Grott quedaba reconocido como transporte  de pasajeros, convirtiéndose en el primer tren eléctrico de pasajeros de España.


Imagen de la estación inferior de la Mina Grott.

Durante unos años más siguió funcionando como tren obrero para transportar a los trabajadores de la nueva línea. El 28 de noviembre de 1916 se inauguró el nuevo túnel y tramo ferroviario entre Sarrià y Les Planes. Justo al día siguiente el tren de la Mina Grott dejó de prestar servicio para siempre.

Hoy en dia la mina está cerrada pero continúan en activo sus tuberías, que sirven para suministrar agua a las ciudades de Sant Cugat y Sabadell. Donde estuvo situada la estación inferior no se puede acceder por la cantidad de vegetación existente, la estación superior sí que tiene fácil acceso y encontramos allí una placa recordando el pasado ferroviario.


Estado actual de la entrada superior de la Mina Grott. Fotografía del autor.



Placa explicativa de la historia de la Mina Grott. Fotografía del autor.

Texto: Eduard Martínez
Fotografías: Del autor e internet.

Bibliografia y webs consultadas:

El Tren del Vallès. Història dels ferrocarrils de Barcelona a Sabadell i Terrassa. Carles Salmerón i Bosch. Terminus Barcelona.
Revista Hobbytren nº95 septiembre 2001. Artículo de Xavier Maraña
Archivo del autor.
Biblioteca del Club Ferroviari de Terrassa
http://eltranvia48.blogspot.com/2012/02/el-mina-grott-la-semilla-de-la-gran.html

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